Estoy feliz porque me siento usada, entregada, expuesta, perra...



Aquí me tienes, otra mañana para darte los buenos días; para que sepas que tu PUTA TE DESEA, para despertarte como TÚ quieres, como yo necesito. Lamento no poder despertarte hoy saboreando tu polla, tus huevos, oliendo tu olor a MACHO, A AMO. Es imposible no excitarme cuando te escribo, es imposible no desear ser cada día un poco mas TUYA, el querer ser MÁS PUTA. Es inevitable el que me moje como una perra al saber que MI AMO me lee. Ayer me volviste a llamar, una orden; otra orden para TU PUTA.
- Llámame esta noche, cuando ya estés en la cama, cuando estés como yo quiero, como una puta perra en celo. Ponte las pinzas en las tetas, en tu coño de puta en celo, y luego me llamas.

Me pasé la tarde esperando ese momento; el momento de volver a oír tu voz, esa voz que me atrapa, me excita. Tu voz cuando me dices que soy tu putaaa , tu zorraaaa, tu perraa... Para mí el cumplir tus ordenes es un ritual de entrega, una muestra de sumisión. Así que comienzo a desnudarme despacio, mirando mis tetas, digo, tus tetas, tu coño, tu cuerpo. Cojo las pinzas de las tetas, las coloco, me miro, me gusta; me excita.

Luego abro mi coño y coloco una pinza en cada uno de tus labios. Contemplo mi cuerpo desnudo de perra, mi cuerpo que es TU CUERPO. Miro las tetas pinzadas, mis labios pinzados, y esa cadena que cuelga de mi sexo. La agarro y comienzo a encadenarme, a unir mis tetas con mi coño gracias a tu cadena.

La tenso, la paso de teta a teta, y la bajo por mi cuerpo estremeciéndome al sentir la frialdad de la cadena. La uno a una de las argollas que están justo en el centro de mi coño y vuelo a subirla hasta mis tetas. Me miro, me gusta, me excita. Estoy preparada para ti, para ofrecerme a ti, para exhibirme ante ti como tu puta zorra sumisa. Es la hora y te llamo desnuda en mi cama, como una perra, COMO TÚ PERRA. Escucho tu voz, tu voz de AMO, me preguntas cómo estoy, cómo me siento:
- ME SIENTO PERRA, estoy feliz porque me siento usada, entregada, expuesta, con mi coño atado, mis tetas presas, porque soy tuya, es una muestra de que lo soy. Y te pido más; te pido que me emputezcas más que goces de este coño empapado, caliente, sumiso, dispuesto para tus caprichos, para todo lo que mi AMO NECESITE.

Quieres que duerma así, vestida de tus deseos. Y me dices que esto no es nada, que no tenga prisa, porque iremos poco a poco en mi sumisión y entrega a ti. Y me duermo con mi coño abierto, atado y con mis tetas sometidas a ti. Soy feliz porque TÚ me haces feliz al aceptar mi entrega.

La noche ha sido placida, me sentí bien y cuando me he levantado, me he vuelvo a mirar al espejo y mis muslos brillaban a causa de mis jugos que han mojado la cadena las pinzas. Necesito tocarme pero sé que no debo de hacerlo, y despacio voy soltando tus pinzas..

Me siento en el borde de la cama, separo mis muslos y veo mis labios gruesos, mojados; mis labios de perra. Cambio la vista y observo mis tetas, duras, grandes, mis pezones empitonados que toco despacio. Me gusta. Sé que debo de parar y darte los buenos días pero, ¿sabes? ...Ya extraño de nuevo tus pinzas. Extraño tus pinzas en mi cuerpo. Y de nuevo, cuando me hables, te pediré, te suplicaré que me emputezcas más.
Te venero, Te quiero, Te pido.
Porque soy tu perra en celo, tu puta salida, que siempre desea dar y recibir más de su AMO.
Posted on 18:18 by PZ and filed under | 1 Comments »

Te suplico que preñes a tu perra, a tu puta zorra



A veces me dices palabras que me hacen más perra, me das pistas para que mi imaginación y mi libido se dispare. Hace unos días me dijiste que deseabas preñarme como una perra; una perra que mueve su culo poniéndolo en pompa a disposición de la primera polla que quiera desahogase dentro de ella.

Tus palabras comenzaron a retumbar en mi cabeza, en mi coño mojado, humedecido por esas palabras y todavía hoy las oigo y me enloquecen. Así que me pongo a cuatro patas y te busco insistentemente. Sigo a MI AMO, te busco a cuatro patas, muevo mi culo en círculos ante ti para incitarte, para provocarte con mi coño abierto y jugoso para ti. Necesito sentirme expuesta ante ti, follada y usada para tu exclusivo placer. A veces me miras con dulzura, otras haces que ni me ves, mientras yo estoy esperándote; esperando que de nuevo me des el placer de sentirme usada por ti. Más usada aún.
- ¿Qué quieres? - me dices, en tono serio, de Amo que lleva las riendas de esta pobre perra, feliz por estar a tu lado.
- Préñame, mi amo, te lo suplico. Préñame, como una perra; préñame para llevarte dentro permanentemente, para tener de ti el bien más preciado, el fruto de mi sumisión por ti.
- ¿De verdad lo deseas?
- Sí, te lo suplico. Préñame como tu zorra; como una zorra que esta para el placer y procrear las veces que su macho desee.

Y tú me miras y sonríes, con esa mezcla que me envenena de dulzura y seriedad.
- De acuerdo. Lávate bien tu coño de puta, porque te quiero limpia. Lava tu coño de perra, tu culo de puta, tus tetas de cerda y espérame a cuatro patas junto a la cama.

Y eso hago entusiasmada y alegre, y me voy luego al dormitorio para esperarte. Y tú no tardas en llegar. Sé que no debo mirarte y permanezco a cuatro patas junto a la cama, ofrecida y quieta. Me azotas las nalgas, preguntándome si deseo que me preñes, si estoy segura de ello, si sé que mi cuerpo no será el mismo, que mi vientre se hinchará con el tiempo, que tal vez, sólo tal vez, no podré ser tan puta como deseas y buscarás a otra sumisa que me sustituya.
- Me da igual, mi Amo. Deseo sentirte, deseo llevarte dentro y eso es lo que más deseo en este mundo. Ser tu perra preñada.
- ¿Estás segura?
- Sí, Amo. Incluso preñada seguiré siendo puta, tu puta.

Y tú sonríes al oírme y me colocas las pinzas en las tetas, agarras la cadena que las une, me levantas y me llevas a la cama.
- Ábrete, zorra, quiero que te expongas a mí, que te ofrezcas, porque te voy a empreñar como una cerda. Si así lo deseas, así será.
- Si, Amo, lo deseo con toda mi alma.
- Pues entonces te tendrá atada a esta cama hasta que te quedes preñada. Te voy a usar, a follar sin piedad.
- Sí, Amo. Te lo suplico.
- Pues ponle ganas porque te aseguro que no saldrás de esta cama hasta que esté seguro de que has quedado preñada de mi.

Y me atas las manos y las piernas, dejando mi coño abierto.
- Te voy a follar, pero no tu coñito caliente, sino por tu boca, porque antes de preñarte te voy a llenar tu boca, tus tetas y tu culo de mi semen.
- Si, Amo. Es lo que más deseo.
- Y finalmente, si me apetece, llenaré tu coño.
- Si, Amo, te lo suplico.
- Hoy respeto tu deseo, pero quiero que sepas que será cuando y como y quiera, porque ahora debo de irme, puta, pero tú descansa y desea más aún lo que me has suplicado.
- Si, Amo, Lo haré.
- Y recuerda que así te voy a tener hasta confirmar que mi semilla ha germinado dentro de tu puto coño de perra salida.
Posted on 14:11 by PZ and filed under | 1 Comments »

Te quiero entera, puta, zorra, exhibida, expuesta....



Te quiero entera, hasta el último poro de tu piel por el que traspiras el placer de tu excitación al sentirte puta, sumisa y usada. Porque has nacido para ser mía, para ser expuesta, exhibida, ofrecida y marcada como de mi propiedad. Marcada con mi símbolo en tu culo de perra para que cuando lo vea en tu nalga mientras te ofreces a cuatro patas, no se me olvide que he de hacer contigo mi capricho pues el destino de tu vida es procurarme placer, hacerme gozar y disfrutar tú al verme correrme de gusto al sentirte mía, doblegada, humillada y feliz.

Muy feliz, porqué por fin has encontrado lo que buscabas, el sentido de tu vida, la verdad de tu existencia: ser mi puta, mi perra, mi cerda y mi zorra permanentemente excitada, salida y en celo. Dispuesta para ser follada por mí o por quien yo quiera; dispuesta para ser usada, para ser un instrumento del placer de los demás porque ese ha de ser y es tu placer: ver que los demás gozamos al usar tu cuerpo, al servirnos de tu coño, culo, boca y tetas para disfrutar y gozar.

Tus tetas son mías, tu coño es mío, tu culo es mío y tus pensamientos también lo son, porque sólo piensas en sentirte perra, zorra y puta. Sólo tienes voluntad para entregarte y suplicar que te emputezca, que te haga cada día más zorra y que tu emputecimiento no tenga límites. Y en eso estamos, mi zorra. En eso nos esforzamos día a día, tú y yo, para conseguir que por fin seas feliz al sentirte propiedad de los demás, al perder tu voluntad y empezar a vivir una vida que ya no te pertenece porque es mía.
Porque tú eres mía.
Posted on 20:02 by PZ and filed under | 4 Comments »